A qué edad los perros empiezan a ladrar

¿A qué edad los perros empiezan a ladrar?

El ladrido es el sistema de comunicación de los perros, pero eso es importante que sepamos distinguir los tipos de ladrido de nuestra mascota, de esta manera nos entenderemos mejor. Siempre debemos prestar atención al ladrido de nuestra mascota para poder entender que significa.

Puede tratarse de un ladrido de entusiasmo, estrés, llamada de atención, sorpresa, miedo… Debemos entender que un ladrido no es siempre sinónimo de agresividad, es una señal de alarma que va dirigida al humano.

¿Cuándo empieza a ladrar un perro?

Durante las primeras semanas de vida, el perro empieza a ladrar, pero no tiene la capacidad de hacerlo inmediatamente. El primer ladrido de tu mascota será muy diferente al que realizará conforme vaya creciendo.

Sobre el mes y medio, las vocalizaciones ya se convierten en ladridos. Como ya hemos dicho, los ladridos pueden tener muchos significados, como llamar la atención de la madre, indicar que quiere jugar o comer, mostrar malestar…

Los cachorros, cuando descubren algo nuevo es común que lo repitan varias veces durante el día, y eso puede suceder con el ladrido. Lo mejor es ignorarlos y mantener una actitud de calma. Cuando nuestro cachorro se encuentre en un estado tranquilo, lo premiaremos con refuerzos positivos.

Si tu cachorro ladra mucho, asegúrate de que no tiene ningún problema de salud, ya que a esta edad es importante identificar rápido la causa del malestar para poder tratarla rápidamente.

¿Puede ser que mi perro no ladre?

Hay razas con menor predisposición a ladrar y eso no significa ningún problema. La edad en la que empieza a ladrar un perro puede variar, así que si tu mascota tiene 2 meses y no ladra, no te preocupes.

Hay perros que no ladran bien o lo hacen de una forma distinta a la habitual, eso puede deberse a una inflamación como la laringitis. Si sospechamos de que nuestro perro padece alguna enfermedad debemos acudir al veterinario.

¿Cómo puedo controlar los ladridos de mi perro?

Primero de todo es importante saber por qué está ladrando, es decir, cuál es el motivo. Si nosotros estamos cerca podemos detectar el motivo e intentar calmarlo, pero si lo hace cuando está solo en casa puede ser que sienta ansiedad por separación. En este caso es importante contactar con un experto.

Es fácil frenar los ladridos persistentes si actuamos al inicio, antes de que se conviertan en costumbre. Los perros entienden la forma en la que nos expresamos y deben entender que no están haciendo lo correcto.

  • Excitación cuando llegamos a casa: Se trata de un exceso de entusiasmo. En este caso no debemos saludarlo y emplearemos alguna orden de obediencia para reforzar la calma.
  • Marca territorio:  Si ladra cuando se acerca una persona desconocida, quiere marcar territorio. Estos casos pueden derivar en agresividad, por eso es importante contactar con un especialista.
  • Quiere conseguir algo: Quiere alcanzar algo y le es imposible. En este caso, podremos ir donde se encuentre nuestra mascota y apartar de su vista el objeto en cuestión.
  • Ladra por la calle: En este caso debemos indicarle que se siente y felicitarlo cuando lo haga, intentando desviar su atención.
  • Perros ancianos: Si tu perro es mayor y tiene alguna enfermedad como la sordera, puede ladrar porque se siente desubicado. En este caso se debe seguir un tratamiento indicado por el veterinario para mejorar su calidad de vida.

Habrá situaciones en las que nos será imposible identificar el motivo del ladrido, ya que puede ladrar a estímulos que nosotros no detectamos. Aun así, debemos intentar averiguar qué sucede.

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