Insuficiencia renal en gatos: causas, síntomas y prevención

La insuficiencia renal en gatos, es una enfermedad que se da cuando los riñones comienzan a fallar y no pueden filtrar sustancias tóxicas de la sangre de manera adecuada.

Se distinguen dos tipos de insuficiencia renal:

  • Insuficiencia renal aguda (IRA): El fallo renal se da de manera puntual. El gato puede recuperarse si se detecta a tiempo, y puede afectar a gatos de todas las edades.
  • Insuficiencia renal crónica (IRC): El fallo renal se da de manera lenta, durante meses o años. No tiene cura, pero es posible llevarla más o menos bien o retrasar sus efectos. Es más común en gatos ya mayores (ancianos), de más de 8 años.

Dependiendo del tipo que padezca tu mascota la gravedad será mayor o menor. Aun así, la gravedad siempre está presente, por lo que es esencial que tu veterinario lo revise rápidamente.

Causas

Existen diversas causas que pueden provocar la insuficiencia renal en gatos, pero, dependiendo del tipo (IRA o IRC) serán unas u otras.

Causas de la insuficiencia renal aguda:

  • envenenamiento o infecciones
  • inflamaciones
  • piedras en el riñón
  • golpes (como en caídas)
  • deshidratación, golpe de calor o insuficiencia cardiaca

Causas de la insuficiencia renal crónica:

  • problemas genéticos
  • fallo del funcionamiento del riñón
  • tumores
  • inflamación crónica del riñón o piedras en éste
  • infecciones (como la infección de orina crónica)

Síntomas

Si tu gato padece insuficiencia renal, sea del tipo que sea, puede manifestar varios síntomas. A continuación te nombramos los más habituales.

¡Presta mucha atención porque poder identificar un síntoma a tiempo puede salvar la vida de tu gato!

Si padece insuficiencia renal aguda, los síntomas más comunes son:

  • vómitos
  • apatía
  • diarrea
  • halitosis
  • pérdida de apetito
  • letargo

Si por desgracia se trata de una insuficiencia renal crónica, es probable que observes estos síntomas:

  • anorexia
  • pérdida de apetito
  • vómitos
  • pelo seco y sin brillo
  • estreñimiento
  • debilidad muscular
  • falta de energía

Prevención y tratamiento

La prevención ideal para esta enfermedad son los correctos cuidados del gato, en cuanto a alimentación, higiene, salud y otros.

Por ejemplo, en cuanto a la alimentación se recomienda que tu gato no consuma mucha sal. Además, será importante una buena hidratación, mediante sobre todo comida húmeda. Y también que tu mascota consuma comida de calidad, que no pueda afectar negativamente a su aparato urinario.

También es fundamental que tu gato acuda al veterinario periódicamente, para poder detectar este problema a tiempo, y en algunos casos poder evitar la crónica.

Si tu minino ha padecido una insuficiencia aguda, requerirá hospitalización. Si se detecta una crónica, el veterinario le recetará un tratamiento a modo de dieta especial para felinos con problemas renales. Esta dieta será baja en proteína y fósforo.

Los tratamientos son importantísimos para mejorar la calidad de vida y retardar los síntomas o intensidad de estos.

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