Cada cuánto tiempo se debe bañar a un gato

Muchos Pet Parents seguramente tenéis dudas sobre cada cuánto tiempo bañar a vuestro gato, puesto que de siempre es sabido que el agua no les hace especialmente gracia…

Además, los gatos son animales extremadamente limpios, ya que pasan muchísimo tiempo acicalándose y lamiéndose todo el pelaje, razón por la cual hace que nos planteemos si realmente hace falta que les lavemos nosotros mismos.

Pero por muy limpia que sea vuestra mascota, y aunque sea de los que no salen de casa, sí que está bien lavarlo de tanto en tanto. Aunque no sea estrictamente necesario, sí que hay ciertas situaciones que sí lo son, como en cuanto a características de su raza, alguna patología relacionada con la piel, la eliminación de suciedad puntual en aquellos que salen de casa (como tierra, orín, grasa…), etcétera ¡Por ello hoy os traemos algunas indicaciones de higiene para gatos para la hora de del baño!

A partir de qué edad y frecuencia de lavado

Concretamente se puede bañar a un gato cachorro por primera vez a partir de los 2 o 3 meses de edad. No se recomienda antes, puesto que un gatito tan pequeño podría resfriarse con mucha facilidad, y antes de esa edad deberías lavarlo con toallitas húmedas.

¡Si le empiezas a bañar desde los 2 o 3 meses seguramente hará que se acostumbre al contacto con el agua y casi nunca le resulte desagradable!

En cuanto a la frecuencia de lavado, variará en función de la temperatura ambiente (no es lo mismo en invierno que en verano) y de la raza (pelaje largo o corto).

En cuanto a los gatos adultos, la frecuencia de lavado no debería ser de más de una al mes. De hecho, lo suyo es una vez cada 2 meses. Pero como siempre, dependerá de las características de tu gato, de las indicaciones del veterinario y de la suciedad que tenga acumulada. 

La temperatura del agua

Como ya hemos dicho, a los gatos el agua mucha gracia no les hace, y además, su piel es muy sensible a los cambios de temperatura.

Por ello el agua deberá estar tibia. Y es recomendable que antes de bañar a tu mascota, vaya escuchando el agua, para que se acostumbre al sonido. También, un truco, es el de colocar una toalla o alfombrilla debajo de el gato, ya sea en la ducha, bañera o en una palangana que se ajuste a su tamaño. ¡Así se agarrará con las uñas y se sentirá más seguro!

El champú y el secado

Es sumamente importante que se use un champú específico para gatos. Y nunca uno para humanos, puesto que estos no respetan el PH de la piel de los gatos.

Una vez lo estés bañando, ten mucho cuidado que no le entre jabón o agua en los ojos u oídos, puesto que podría provocarle infecciones. 

Una vez lo hayas enjabonado y aclarado, llega la parte del secado. Es muy importante que quede bien seco para que no coja frío, así que usa una toalla con mucho mimo. Es posible que necesites el secador, si es así, puedes usar uno suave o que no haga ruido, para evitar que le coja miedo. 

Cepillado y recompensa

Cuando haya acabado el baño, puedes darle un cepillado para que su pelaje esté brillante y uniforme, siempre con un cepillo suave. 

Además, puedes ofrecerle una recompensa por ejemplo de comida, ya que quizá ha pasado por un mal momento en el baño. ¡Así estará feliz!

Recuerda que como siempre puedes consultar los detalles con tu veterinario, y que incluso te lo pueden bañar ellos si para ti es muy complicado. ¡No tengas nunca miedo a pedir ayuda, se trata de la salud de tu pequeño!