Masajes para los gatos para relajarles y reforzar vuestro vínculo

Masajes para los gatos: para relajarles y reforzar vuestro vínculo

Siempre se ha dicho que los gatos son animales poco cariñosos, pero todos disfrutan de un buen masaje de sus Pet Parents y se recomienda para reforzar vuestro vínculo. A la mayoría de gatos les gustan las caricias que les damos porque nos ven como el reflejo de su madre.

Cuando el gato se frota con nuestro cuerpo, veremos que siempre hace lo mismo: empieza por la cara y termina por la cola. Este comportamiento muestra cuáles son sus zonas preferidas para recibir caricias, ya que existe la presencia de feromonas que les producen un efecto tranquilizante.

¡Te explicamos cómo darle un masaje a tu gato para que esté relajado! Esta actividad les aporta grandes beneficios.

Beneficios de los masajes para los gatos

Un masaje bien hecho te hace sentir bien y relajado, ya que es una herramienta para combatir el estrés. Por este motivo es beneficioso para los gatos porque son animales muy sensibles a los cambios y pueden padecer ansiedad muy rápido.

Esta actividad también agranda el vínculo entre el humano y el animal. También es cierto que cuando acariciamos a un gato, desciende nuestra presión arterial y eso contribuye al mantenimiento de la salud.

Además, nos permite conocer el cuerpo de nuestra mascota y nos será más fácil detectar cualquier problema dermatológico. De este modo conseguiremos una atención veterinaria temprana que favorecerá el diagnóstico en cualquier afección.

¿Cómo realizarle un masaje relajante a un gato?

Las zonas especiales para las caricias son la cara, la cabeza, el cuello, el lomo y la cola. Un masaje de 5-10 minutos es suficiente para que nuestro gato se sienta mejor, pero siempre que él acceda y sin necesidad de forzar la situación.

  1. Debemos esperar a que se aproxime. No le obligues a hacer algo que no quiere, es muy importante respetar sus decisiones y espacio.
  2. Debe ser un momento en el que tengamos tiempo y podamos estar tranquilos. Si estamos nerviosos, nuestro gato lo notará.
  3. Situarnos en un lugar cómodo para él y para nosotros.
  4. Empezamos a interactuar con nuestra mascota hablándole cariñosamente y con calma.
  5. Seguimos acariciándole los laterales de la cara, eso ayudará a que libere feromonas que le harán aumentar su bienestar.
  6. Después podemos acariciar la cara, centrándonos en las orejas y el mentón.
  7. En el cuello también podemos realizar caricias suaves, con cuidado para no presionar la tráquea.
  8. Con la mano abierta seguiremos por el lomo, desde la cabeza al inicio de la cola repetidamente. Intentaremos evitar el contacto por el vientre porque es una zona que no les gusta que les acaricien, se sienten vulnerables.
  9. Podemos acabar acariciando la cola de abajo a arriba varias veces.

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