La relación con nuestras mascotas es de amor intenso y cariño incondicional, un amor que no se puede comparar. Cada vez hay más mascotas en las casas de las familias y varios estudios estadísticos confirman que la tendencia en la sociedad es decantarse por convivir en familia con una mascota.
Muchas de las personas que se han encontrado en la situación de tener que elegir entre su mascota y otra persona, acaban eligiendo al animal. Esta situación es más común de lo que parece. Incluso, muchas personas romperían con su pareja si no se lleva bien con su peludo. Esto también ocurre cuando se trata de salir con los amigos, según un estudio de Link AKC, el 50% de las personas que tienen mascotas prefieren quedarse en casa con su perro o gato antes que salir a cenar con sus amigos.
Los estudios avalan el amor que sentimos por nuestras mascotas
¡Pet Parents, la ciencia está de nuestro lado! Un estudio realizado por Society&Animal Journal refleja que algunos humanos muestran más empatía hacia los perros que hacia otras personas.
Una de las causas de este sentimiento es la búsqueda del amor incondicional. Según los expertos, este sentimiento que nos une incondicionalmente a nuestras mascotas responde a la necesidad del amor puro e ilimitado. Nuestras mascotas nos quieren en cualquier momento del día y en cualquier situación en la que nos encontremos, incluso pueden detectar nuestro estado de ánimo.
Nosotros percibimos a los animales como seres inocentes que necesitan nuestra protección y cuidado. Cuando tenemos un animal, el cerebro segrega la misma hormona que se estimula en el amor de pareja o hijos, la oxitocina, por lo tanto, el cerebro no discrimina el tipo de amor.
El exceso de amor con nuestra mascota y las dificultades en nuestras habilidades sociales
El amor hacia los animales es muy saludable y los humanos nos debemos relacionar con ellos de manera positiva. Aun así, si este amor se vuelve patológico, podemos hablar de obsesión.
Los psicólogos advierten que, si una persona prefiere la compañía de su mascota antes que la de una persona y no puede interactuar con otros seres humanos, debería tenerlo en cuenta, ya que nuestro carácter innato busca relacionarnos con seres de la misma especie.
Debemos tener las herramientas suficientes para disfrutar la compañía de otras personas, aunque seamos más reservados. En caso contrario, podríamos ocultar un trastorno, especialmente si nos aislamos de los demás y no somos capaces de tener relaciones de calidad con otras personas.
