perro enfadado

Mi perro persigue coches y bicis: causas

Es frecuente que los perros corran y persigan a vehículos por la calle. Existen diferentes motivos a esta conducta y cada una de ellas tendrá que ser enfocada de distinta manera.

En Pampermut te explicamos cuáles pueden ser las causas de esta conducta:

Agresividad por miedo

Pueden sentir miedo si perciben un peligro cerca, aunque no sea real, y de esta manera muestran su lado agresivo. Esta conducta puede ser por una mala socialización del cachorro, la genética o por alguna experiencia de la que el animal ha quedado traumado.

Debemos saber interpretar el lenguaje de nuestro perro, adoptará posturas defensivas, inmovilidad o puede intentar huir, y finalmente puede gruñir, ladrar, perseguir al vehículo o incluso atacar.

Esta agresividad es difícil de tratar, habrá que realizar sesiones de modificación de conducta y seguir algunas pautas que establezca un profesional. En los casos más graves, el tratamiento puede ser muy largo y la supervisión de un especialista será fundamental.

Agresividad territorial

Los perros que viven en cajas con un jardín grande y pueden percibir estímulos del exterior, suelen ladrar y abalanzarse hacia la puerta o vallas. Es una conducta instintiva y solamente se lleva a cabo en lugares conocidos.

En este caso, el perro también puede ladrar, y no solo a vehículos, sino también a personas o a otros perros. Si fuera del hogar también reacciona de esta manera ya no hablaremos de agresividad territorial.

También  se deben llevar a cabo sesiones de modificación de conducta con un especialista para trabajar el autocontrol, y hacer entender al perro que está en un espacio seguro.

Conducta de juego

Es la conducta más común en los perros cachorros que se encuentran en la etapa de socialización. Es importante no reforzar la conducta de persecución porque podría tener un final desastroso si un coche lo alcanza.

Es necesario el uso de correa en espacios públicos para estar tranquilos. Puedes animarle a olfatear, jugar ya sea con pelotas, con nosotros mismos o con otros perros. Se debe ignorar el comportamiento no deseado para reforzar la calma.

Agresividad depredadora

Es una agresividad innata en los perros y es una de las más complicadas de trabajar, ya que no solo reacciona así con vehículos, si no con personas que corren o con niños o perros pequeños.

Es común en perros muy nerviosos y razas activas, y suele manifestarse de forma inoportuna. Se trata de agresividad cuando el perro realiza la secuencia de caza completa o prácticamente completa: rastreo, acecho, persecución, captura y muerte. En este caso, el perro actúa de forma sigilosa.

Es muy importante el uso de correa y bozal. Esta conducta tiene que ser trabajada con un profesional para tratar la impulsividad, la obediencia y el autocontrol.

Estrés o ansiedad

Hay perros que viven sometidos a altos nivel de estrés, ya sea porque reciben castigos o no disfrutan de su entorno son más propensos a la persecución.

Aun así es importante tratar con un experto para poder mejorar su conducta y poder entender que factores hacen que el animal tenga esta reacción.

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