La leishmaniasis es una enfermedad que pueden contraer los perros al ser picados por un parásito, generalmente del Leishmania infantum.
Esta enfermedad canina, se transmite principalmente mediante la picadura de mosquitos que portan la enfermedad al haber picado anteriormente a perros infectados, pero también se puede transmitir mediante otras vías, aunque son menos recurrentes, como por ejemplo: mordiscos, por vía venérea, a través de transfusiones de sangre, mediante la placenta, etcétera.
Estos mosquitos, se pueden encontrar en más de 70 países, principalmente en zonas en aquellas regiones mediterráneas, tropicales o subtropicales. Es más, al elevarse el calor global, puede ampliarse el área de presencia de éste. Por ello te recomendamos que le eches un ojo a la entrada que hicimos sobre cómo proteger a tu perro de los parásitos ahora que llega el verano.
Por ello, en España están presentes en varios lugares, dependiendo de la temperatura, humedad y situación geográfica. El parásito aparece sobre todo en la Cuenca Mediterránea, Madrid, Castilla La Mancha, Extremadura y Orense, entre otros.
Al afectar en tantos lugares, se trata de una de las enfermedades más comunes en las consultas veterinarias. Además, es bastante peligrosa, ya que se trata de una enfermedad que también pueden contraer las personas, ya que el parásito es una zoonosis.
Cabe destacar que la transmisión de perro a perro o de perro a persona ¡es prácticamente nula!
Síntomas
La salud del perro puede estar en juego si padece la Leshmaniasis, por ello a continuación os comentamos los síntomas más comunes, para que sepáis exactamente de qué se trata.
Primero de todo, destacar que muchos perros pueden resultar asintomáticos, según su sistema inmunitario. Es decir, la enfermedad puede ir desde afectar a varios órganos, poniendo en peligro la vida de tu mascota, y producir varios síntomas, a que simplemente el perro sea portador de ésta.
Dicho esto, la infección más común de la Leshmaniasis es la cutánea, y los síntomas más frecuentes son:
- Alopecia alrededor de los ojos y orejas
- Pelo más fino y seco
- Dermatitis con úlceras
- Necrosis en la punta de las orejas.
Todos ellos suelen ir de la mano de la fiebre, letargia y más.
Si por desgracia la infección es multiorgánica, los síntomas más típicos pueden ser los siguientes:
- Afectación renal
- Afectación digestiva
- Afectación hematológica
- Afectación del sistema neurológico
- Afectación ocular
Por último, decir que algunas razas de perro son más propensas a acabar desarrollando la enfermedad, como por ejemplo las siguientes: Boxer, Pastor Alemán y Rottweiler. Y también algunas que son más resistentes a éstas, como el Podenco Ibicenco.
¡Si detectas alguno de estos síntomas en tu perro deberás acudir de inmediato al veterinario! El profesional deberá comprobar la salud del perro, y te podrá dar un diagnóstico.
Cómo Prevenirla
Es muy importante que tomes precauciones para prevenirla, ya que puede llegar a resultar mortal para tu mascota.
Al tratarse de un parásito, te recomendamos que consultes la entrada donde te explicamos la importancia de los antiparasitarios para perros. Podrás usar una gran variedad de productos que te ayudarán a prevenir a tu perro del parásito en cuestión y el resto.
Por ello, es fundamental que apliques productos desparasitantes para perros, e incluso una vacuna de la leishmaniasis canina (la cual solo se aplica si el perro ha dado negativo en un test serológico previo). Esta vacuna es sobre todo recomendable si tu perro vive en una zona endémica, y el veterinario te explicará todos los detalles según las características de tu can. Además, los tests serológicos son interesantes de hacer unas dos veces al año, si precisamente tu perro vive en una zona endémica, ¡así podrás actuar lo antes posible si tu perro hubiese resultado infectado!
Cómo tratarla
Con unos buenos cuidados del perro la enfermedad puede ser bastante llevadera. Junto a un tratamiento farmacológico (generalmente medicamentos que se aplican mediante vía oral o una inyección) y una alimentación adecuada. Todo esto puede hacer que el perro pueda vivir de manera asintomática durante mucho tiempo.
El tratamiento dependerá muchísimo de los síntomas que haya manifestado tu mascota, así como la dieta específica. Por ello, deberás consultarlo todo con el veterinario o un profesional.
