¡Pet Parents! Hoy os venimos a hablar de un gato de Exeter (Reino Unido) súper fascinante, ya que hasta ahora era considerado el más viejo del mundo.
El minino en cuestión se llamaba Rubble, ¡y llegó a vivir 31 años (unos 150 en humano)! Todo un logro, ya que la esperanza de vida de los gatos suele ser de la mitad.
Michele Heritage, su Pet Parent, tiene a Rubble desde su 20 cumpleaños en mayo del 1988. La mujer ha explicado que se fue a vivir sola y decidió adoptarlo para que le hiciera compañía. Y ha estado a su lado hasta que ésta ha cumplido los 52 años. ¡Toda una vida!
Según The Sun, Michele expresó lo siguiente: «Fue un increíble compañero con el que tuve el placer de vivir por mucho tiempo. Al final estaba ya muy viejo. Siempre lo tratamos como un niño».
La Pet Parent considera que el felino vivió tanto porque lo ha cuidado como a un niño, ya que no ha tenido hijos. De hecho, tuvo otro gato llamado Meg que duró 25 años.
El gato, no tenía problemas de salud, murió de viejo, según sus dueños. Ya que de repente adelgazó mucho, y un día cruzó la calle y no volvió más. Creen que él ya sabia que se iba a morir. Hubiese llegado a los 32 años en mayo de este año.
El felino era un Maine Coon, y no es el único de esta raza que ha destacado por algo. Ya que, como ya os hablamos, Omar, el gato más grande del mundo, también pertenece a dicha raza. ¡Qué gatos tan especiales!
Rubble, superó la marca de gatos vivos más viejos, que reinaba Scooter, un siamés de Texas que consiguió el Record Guiness por sus 30 años antes de morir en 2016.
Pero, el gato que ha sido más longevo según los libros de récords ha sido Creme Puff, ¡el cual vivió la inigualable cifra de 38 años y 3 días!
