¿Cómo debo cuidar las amohadillas de mi perro?

Las almohadillas de los perros son muy resistentes, les protegen del roce con el suelo y amortiguan su peso. Aun así, también son muy sensibles, ya que precisamente son la parte que está en contacto con el suelo, por ello se las debe cuidar correctamente y prestar especial atención.

Pueden agrietarse, quemarse, herirse, entre otras heridas. Unas almohadillas sanas no están agrietadas ni resecas y son suaves y duras. Es decir, el estado de las almohadillas también repercute en la salud del perro.

A continuación os dejamos algunos tips e indicaciones que tener en cuenta para cuidar las almohadillas de tu mascota. ¡Protege a tu perro!

#1 Recorta el pelo de entre las almohadillas

Entre las almohadillas también les puede crecer pelo, el cual es conveniente recortar, puesto que se puede acumular suciedad. Deberás usar tijeras muy pequeñas y tener cuidado de no cortar su piel.

Si el pelo está muy largo puede ocasionarles dificultades al andar e incluso deformaciones.

#2 Recorta sus uñas adecuadamente

Del mismo modo que el pelo, unas uñas excesivamente largas pueden ocasionar dificultades al andar y deformaciones, haciendo que las almohadillas salgan perjudicadas.

Sus uñas deben estar en la medida adecuada y no rozar el suelo de manera que suenen y les cueste andar.

Necesitarás unas tijeras para perros, o bien, que el veterinario o un profesional lo practique. ¡Pueden enseñarte!

#3 Limpiar bien entre los dedos y las almohadillas

Para la salud de las almohadillas, y por lo tanto del perro en general, es importantísimo que después de pasear o salir al exterior le limpies las almohadillas.

Limpia bien entre los dedos y las almohadillas, puedes ayudarte de una gasita humedecida. Además, es un buen momento para ver si tiene algún nudo, cuerpo extraño, herida o demás.

También es importante secarlas cuando tu perro se haya mojado ya sea por la lluvia, la playa, etc.

#4 Atención con las temperaturas o condiciones del suelo

Las almohadillas de tu perro pueden quemarse con facilidad, por ello es muy importante que seas consciente de la temperatura y no lleves a tu perro fuera de casa si el terreno o las condiciones no son las adecuadas.

El asfalto es uno de los terrenos más dañinos a priori, puesto que se calienta muchísimo y tu perro puede quemarse. ¡Ten mucho cuidado!

Las temperaturas muy frías también pueden causarles daño, como grietas o también quemaduras.

Ya sea por las temperaturas o por el terreno en sí (muy rocoso, por ejemplo), puedes contar con botas para perros. Estas actúan a modo de zapatos, evitando precisamente el daño que puedan hacerse.

Os aconsejamos que si vais a usarlas, las probéis antes, ya que quizá tu perro no se acostumbra de golpe y le cueste andar o se sienta raro.

Si tu perro se quema o similar, no dudes en acudir al veterinario. ¡Su salud está en juego!

#5 Utilizar productos hidratantes

Una de las formas más sencillas de hidratar y cuidar las almohadillas de tu canino es aplicándole un producto como bien una crema o bálsamo.

En Pampermut contamos con un bálsamo reparador natural para perros que ayuda a hidratar las almohadillas secas o agrietadas de tu perro. ¡Además lo puede lamer sin ningún problema!

Cuando utilices un bálsamo o crema, aprovecha para masajearle las almohadillas. También puedes hacerlo de vez en cuando sin la necesidad de aplicarle productos, si es que no tiene grietas ni similares. Los masajes en las almohadillas hacen que circule mejor su circulación, y les relajará.

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