¡Pet Lovers! Seguro que varios de vosotros alguna vez habéis tenido una mala experiencia al llevar a vuestro perro al veterinario. Es habitual que tu perro le tenga miedo y se sienta inseguro, provocando que quiera escapar, que muerda, ladre, en definitiva que acabe alterado, estresado o similar.
Y es que para muchas mascotas el veterinario es un lugar al que no quieren ir jamás, ya que lo relacionan con, por ejemplo, el pinchazo de las vacunas. Además de percibir muchos olores, ruidos, ver a otros animales y demás. ¡Ponte en su lugar!
Por ello es plenamente fundamental que sepas cómo lo puedes hacer para conseguir que la visita al veterinario no resulte traumática para tu can, ya que es muy conveniente que acudáis de vez en cuando, según su estado de salud.
A continuación os alistamos algunos consejos que creemos que os pueden ser de gran ayuda para evitar que acudir al veterinario se torne una pesadilla para todos:
#1 No ir siempre por el mismo camino
Vuestro perro relacionará perfectamente el camino que estáis tomando con que estáis yendo a la clínica veterinaria. Para evitar que esté agobiado más rato del necesario, os recomendamos que intentéis tomar caminos diferentes. Incluso es conveniente que salgáis a pasear un buen rato, para que vuestra mascota esté desestresada y más tranquila, lo que facilitará la experiencia en el médico.
Otro consejo puede ser acudir al veterinario de tanto en tanto aunque no tengáis visita, solo para comprar un juguete o simplemente saludar, por ejemplo. Así verá que no siempre que vaya a la clínica tiene porqué suponer algo «malo».
#2 Acostúmbrale a los viajes en coche
Si para lo único que subes a tu perro al coche es para ir al veterinario, también relacionará que vais ahí y empezará a ponerse nervioso. Por ello, también te recomendamos que acostumbres a tu perro a los trayectos en coche, aunque sea para ir a un parque más lejano.
Ten en cuenta que durante el desplazamiento deberás calmar a tu can, mediante palabras, caricias, etcétera.
#3 Quédate siempre a su lado y mantén la calma
Tu mascota sentirá apoyo y confianza cuando esté a tu lado, así que no le dejes solo siempre que sea posible. Es muy importante que mantengas la calma, ya que el animal puede percibir tu angustia y alterarse más. Emplea palabras y caricias que le relajen y demuestren que no hay peligro y que estás ahí.
#4 Utiliza el refuerzo positivo
Una de las mejores cosas que puedes hacer es premiar a tu perro tanto durante la estancia en el veterinario como una vez salgáis. Puedes emplear golosinas o incluso aprovechar para comprarle un juguete nuevo ahí mismo.
Cada vez que tu can haga algo que le has pedido (como sentarse o parar de ladrar) o se porte bien, dale un premio. Si ve que tiene una recompensa hará un esfuerzo por portarse mejor y le irá dejando de tener miedo al veterinario.
Por supuesto evita que tenga comportamientos no debidos, pero no le riñas si hace algo mal, como por ejemplo orinarse ahí en medio. ¡Piensa que puede estar muertos de miedo! En una situación así, castigarle solo lo empeoraría todo.
En resumen, utiliza siempre el refuerzo positivo, para que tu mascota esté más segura y contenta, es la mejor manera de implementar un adiestramiento canino.