El Parvovirus es una enfermedad viral que puede ser mortal, sobre todo en los cachorros. Se transmite vía oral y es muy contagios, aunque no se transmite a las personas.
Es importante saber los síntomas y características de la enfermedad para actuar rápidamente. Es importante desparasitar a tu perro de manera adecuada y vacunarle contra la enfermedad.
Qué es
Es una enfermedad muy contagiosa que afecta a las células que se están reproduciendo.
Se transmite por contacto oral con heces infectadas, ya que el virus permanece en ellas incluso varias semanas después de la infección. El virus se puede propagar en el pelo o pies del perro.
Afecta a perros de cualquier edad y raza, aunque los casos más graves se dan en cachorros.
Es importante acudir al veterinario en caso de sospechas, pero si te es imposible acudir por cualquier motivo puedes optar por un test del parvovirus.
Desarrollo
La incubación dura entre 4 y 5 días. Después aparece la fase aguda, el perro puede sufrir depresión, vómitos y diarrea, algunos de ellos también presentan fiebre. Los cachorros, además, pueden presentar el vientre recogido y dolor abdominal. La diarrea contiene mucosidad y sangre, también se deshidratan rápidamente.
Los cachorros también pueden tener inflamación cardíaca, aunque cada vez es menos frecuente debido a la vacunación.
Es muy importante la atención veterinaria, es posible que se necesite hospitalizar a tu mascota para corregir la deshidratación y controlar los vómitos y la diarrea.
No hay un tratamiento específico. Lo que se hace es estimular el sistema inmunológico del perro para prevenirla y tratar todos los síntomas. También se administran antibióticos.
Hay que tener en cuenta que las primeras 48-72 horas puede producirse la muerte del perro, siendo la deshidratación el mayor problema. Para evitarlo, le proporcionaremos agua fresca en poca cantidad, pero de manera frecuente, y también el suero que haya recomendado el veterinario. Se deberá evitar que coma durante las primeras 24-48 horas para evitar vómitos y diarreas.
Prevención
la limpieza y desinfección del hogar de los animales infectados es muy importante, porque es un virus muy resistente, ya que soporta la mayoría de productos de limpieza y es capaz de vivir meses fuera de un perro. El desinfectante más adecuado es la lejía diluida con agua.
Normalmente, la mayoría de los casos se pueden prevenir con la vacunación adecuada a partir de las 8 semanas de vida del perro.
Las primeras semanas de vida, el cachorro está protegido por los anticuerpos de su madre, pero cuando estos disminuyen es importante administrarle la vacuna. Los cachorros de entre 6 y 20 semanas son los más propensos a contraer la enfermedad. Por eso es importante que no tengan contacto con otros perros y alejarlos de los focos de infección.
La vacuna
Las vacunas actuales protegen del parvovirus. Son más eficaces que antiguamente por lo que reduce el riesgo de contagio.
Hasta que el cachorro no haya recibido todas las dosis, a las 16 semanas de edad, no debe exponerse a otros perros. No puede salir a la calle hasta que finalice todas las vacunas.
La vacuna anual permite la inmunidad al virus.
Es un virus complicado de curar, ya que el perro puede sufrir una recaída después de parecer curado.
