Como sabréis, los gatos son unos animales muy limpios, y ellos mismos se acicalan todo el cuerpo. Aun así, es recomendable que se les cepille frecuentemente, debido a los beneficios que aporta.
Lo más recomendable es que a los gatos de pelo corto se les cepille entre una y dos veces semanales, y a los de pelo largo, como los persas, o angoras, prácticamente a diario. Así que, la frecuencia del cepillado dependerá de la raza.
Desde Pampermut te recomendamos que si tienes un gato desde bebé o cachorro, le acostumbres ya entonces al proceso del cepillado, así cuando crezca estará totalmente acostumbrado.
Si tu gato ya es adulto, ¡no te preocupes, a la mayoría de los gatos les encanta que les cepillen! Además, a continuación te daremos algunas indicaciones sobre cómo cepillar a tu gato y explicaremos más a fondo los beneficios de este acto tan sencillo.
Beneficios de cepillar a tu gato
El cepillado es un proceso muy importante para complementar la higiene del gato, que además aporta grandes beneficios, que alistamos a continuación:
- Un cepillado habitual ayuda a que tu gato no genere bolas de pelo. Estas resultan muy molestas para los gatos, y pueden llegar a pasarlo mal. Si el minino acumula mucho pelo muerto, al acicalarse se lo traga, y se forman bolas de pelo. Por ello al peinarle de manera frecuente, la cantidad de pelo que se tragará al lamerse, será menor.
- El cepillado estimula la circulación de la sangre. Además, un pelo bien peinado y liso, es un mejor aislante, así que su calor corporal se mantendrá mejor si lo peinas a menudo.
- El cepillado es una buena manera de eliminar la suciedad, la grasa y las escamas cutáneas. Por ello, es un buen método para mantener aún más limpio a tu minino.
- Su pelaje estará más sano, brillante y liso. Así que tu gato se verá mejor, porque realmente lo estará.
- La hora del cepillado es un buen momento para revisar el estado de tu gato, como por ejemplo revisar si tiene pulgas o algún otro parásito, si tiene algún bulto, calva, etcétera. Si tu gato está sano, su pelaje deberá ser abundante y brillante.
- El cepillado también se convierte en un momento de unión con tu mascota. Tu gato seguramente ansiará este momento, ya que se siente el centro de tu atención y le encantarán tus caricias (aunque lo hagas habitualmente, seguro que percibe este momento como algo más especial).
Pasos, consejos e indicaciones para cepillar a tu gato
- Lo primero que aconsejamos es que escojas un lugar tranquilo para que esté lo más relajado posible. Y si puede ser, hazlo también en un momento en el que no esté excitado. Si siempre lo haces a la misma hora, tu gatito interiorizará la rutina de una mejor manera.
- Antes de cepillar a tu minino, comprueba el estado de su piel y pelaje, y si percibes algún síntoma de los mencionados anteriormente, acude al veterinario. Mientras cepilles también podrás ir comprobando su estado de salud.
- Hazte con un buen cepillo para gatos. Hay de muchos tipos, ya sean metálicos, específicos para desenredar, masajear o quitar el pelo muerto, etcétera. De hecho puedes usar varios, ya que tienen funciones diferentes y todas pueden ser necesarias. Recuerda también que dependiendo de la raza de tu gato, te irá mejor uno u otro (por la cantidad de pelo).
- Cepilla a tu gato cuidadosamente. Los gatos son muy delicados, así que si lo haces brusco, no le gustará en absoluto y quizá intente escapar.
- Se debe peinar al gato en la dirección de su pelo, desde la cabeza hacia la cola.
- Si tu gatito tiene nudos, y no puedes deshacerlos al peinar, no tires de ellos, puesto que podría hacerle daño. En dicha ocasión es mejor cortar con una tijera.
- No cepilles a tu gato cerca de los ojos, barbilla o bigotes. En esas zonas tu gato se sentirá realmente incómodo. También puede ser que no le guste que le cepilles la barriga u otras zonas. Adáptate a tu mascota, conocerle es algo fundamental.
- Por último, te recomendamos que premies a tu minino con alguna recompensa (alimentaria). Así tu gato relacionará que se ha portado bien y que por ello ha sido premiado. Es una técnica de adiestramiento positivo. ¡Y se lo merece!
