Cómo cuidar un gato bebé

Los cuidados de un gatito recién nacido no son una tarea fácil y tu atención y dedicación serán totalmente claves para su buen desarrollo en estas primeras semanas de vida.

Seguramente, si tienes en un recién nacido, también esté la madre en casa, o de lo contrario te lo han dado o lo has encontrado huérfano. Si se trata del segundo caso, el cuidado por tu parte deberá ser como el de su misma madre.

Pero no te preocupes, porque hoy te traemos algunas indicaciones y consejos a la hora de cuidar de gatitos bebés, tengan madre o no. ¡Seguro que te ayudan mucho!

¿Cómo saber la edad del gato?

Para empezar, decir que consideramos un gato recién nacido hasta las 6 – 8 semanas, más o menos. A partir de ahí se le considera un cachorro hasta que tiene 3 o 4 meses.

Es posible que, si te lo han dado o te lo has encontrado, no sepas su edad a ciencia cierta. Pero, no tienes de qué preocuparte, puesto que hay ciertos indicadores que te pueden servir de guía:

  • de 0 a 1 semana: en este período tendrá los ojos y las orejas cerradas
  • de 1 a 2 semanas: sobre los 8 días empezará a abrir los ojos, y terminará de abrirlos a los 14 – 17 días. Primero serán azules, pero sobre los 4 meses adquirirán su color definitivo. Empezarán a despegarse las orejas.
  • de 2 a 3 semanas: el gato empezará a caminar pero tambaleándose un poco. Sobre los 21 días aprenderá a hacer sus necesidades solo. Empezará a regular su temperatura corporal.
  • de 3 a 4 semanas: Empezarán a salirle los dientes de leche. Lo que le permitirá comer alimentos sólidos.
  • de 4 a 8 semanas: En su segundo mes de vida, el gatito bebé aprende a caminar, correr, pequeños saltos.

Cuidar de un gato recién nacido con madre

Todo sea dicho, no hay nada para un gato bebé como criarse con su madre. Así que, tu tarea en este caso no será tan complicada, pero aun así, deberás estar muy atento a su buen desarrollo.

Las primeras semanas son totalmente dependientes de ellas, puesto que estas se encargan totalmente de sus cuidados y de estimularlos con su lengua. Y una vez pueda caminar, seguramente le seguirá a todas partes para aprender de ella y por protección.

Es muy importante que tanto la madre como el pequeño tengan un lugar bueno para descansar, en el que estar tranquilos y calentitos. 

El gatito debe alimentarse de la leche materna hasta el mes y medio, y a partir de ahí puedes introducirle a nueva comida, como croquetas remojadas preferiblemente con agua, para dárselas como una papilla. 

Normalmente las madres mismas se encargan del destete del recién nacido, pero puedes facilitarle la faena separando al bebé de vez en cuando. Por ejemplo puedes dejarles juntos por la noche, pero separarles al despertarse y volverlos a juntar al mediodía, etcétera. 

Una vez tengan toda la dentadura, puedes empezar a darle croquetas secas. Y alrededor de las 8 semanas o 2 meses, el gatito ya estará adaptado a comer solo, usar su caja de arena, etcétera.

A continuación os daremos consejos para los cuidados de un gato bebé huérfano, y algunos de ellos, como los de la manipulación, también os pueden servir aunque vuestro gato cuente con su madre, así que ¡atentos!

Cuidar de un gato recién nacido sin madre: el calor y el lugar

Los gatos de menos de dos semanas aún no pueden regular su temperatura corporal, así que deberás proporcionarle una fuente de calor. 

Por ello es muy importante el lugar en el que vayas a colocarlo, que sin duda, debe estar limpio constantemente. Nosotros te recomendamos que utilices una caja de cartón alta y ancha, y que la coloques en una zona tranquila de la casa y sin corrientes de aire. 

Para mantener el calor puedes ayudarte de toallas, botellas de agua caliente, una almohadilla térmica, etcétera. Asegúrate de que no tienen contacto directo para que no se quemen, además, deberán estar tapados, con cuidado, y si has de moverlos de lugar es conveniente que los cojas arropados en una toalla o similar.

Cuidar de un gato recién nacido sin madre: la alimentación

Para los cuidados de un gato recién nacido en cuanto a la alimentación debes tener muy presente la frecuencia, qué comida puede comer según su tiempo de vida y cómo dársela. 

Durante los primeros días, los gatitos bebés necesitarán alimentarse con leche de fórmula especial para gatitos recién nacidos. Y NO darle leche de vaca o similares. Durante las dos primeras semanas deberás alimentarlo cada 2 o 3 horas. ¡Parecerá que tengas un bebé de verdad!

Es muy importante que esté tibia, a unos 37ºC, y que se la des con una jeringa o biberón para gatos bebés. Las cantidades variarán según la marca, las semanas, cuánto haga de la última vez, el momento en el que se le dé y las indicaciones de tu veterinario. 

De las 3 a 4 semanas, le podrás ir introduciendo alimentos sólidos a tu minino. Lo más frecuente es empezar por pienso remojado, a modo de papilla, como hemos comentado anteriormente, e ir alternando con los biberones, y probar con latas de comida húmeda para gatos bebes. Y poco a poco se irá dejando la leche.

Cuidar de un gato recién nacido sin madre: la higiene y necesidades

La madre es quien se encarga de su limpieza y estimulación genital para que defequen y orinen. ¡Así que en su ausencia deberás hacerlo tú!

Puedes hacerlo con una toallita húmeda o un trapito humedecido y masajear la tripita, el ano y los genitales suavemente. En cuanto a la limpieza de su cuerpo, debes hacerlo también con un paño húmedo, simulando los lamidos de la madre.

Poco a poco debes ir enseñándole a hacer sus necesidades en la caja de arena o su lugar. ¡Son súper limpios pero deberás enseñarle!

Si durante 24-48 horas tu gatito no ha hecho necesidades. ¡Acude de inmediato al veterinario!

Cuidar de un gato recién nacido sin madre: la manipulación y el juego

Como hemos comentado anteriormente, es muy importante que sobre todo los primeros días, al moverlo de su sitio, lo envuelvas para que no pase frío. 

Pero a parte de ello, al ser tan pequeño y delicado, debes tener precaución al tocarlo y moverlo. Recomendamos lavarse las manos siempre que vayas a cogerlo, y no tenerlo mucho tiempo en brazos, para garantizar su temperatura lo mejor es que esté en su lugar.

Sobre el segundo mes de vida, empezarán a corretear, explorar y querer jugar. ¡Ten listos sus primeros juguetes! Diviértete con tu minino, pero siempre con mucho cuidado de no hacerle daño ni agobiarle. 

Y no hace falta decir que estos primeros meses son importantísimos para su sociabilización, así que ¡dale todo el cariño del mundo!

Te recomendamos que aunque sigas estos pasos, como no es una tarea sencilla, te aconseje y guíe tu veterinario. Para garantizar la perfecta salud del gatito.

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