Por desgracia, muchísimos perros son abandonados día a día en nuestro país, haciendo que las perreras, refugios y protectoras de animales se llenen por completo en la mayoría de casos.
Por ello, al adoptar un perro estás haciendo un gesto precioso, tanto para él, como para el que pueda ocupar su lugar.
La mayoría de estos perros son ya adultos, puesto que los que más rápido se suelen adoptar son los cachorros. A pesar de ello, adoptar mascotas adultas conlleva muchas ventajas, como que ya tienen su tamaño y personalidad definitivos, entre otras que os contamos en la entrada.
Pero, si que es posible que si el perro que decides adoptar ha sufrido mucho con sus anteriores dueños y tiene un mal comportamiento, no ha tenido un buen adiestramiento, u otro motivo, tus esfuerzos para entrenarlo deban ser mayores. Aun así, muchos de estos perros adultos ya saben hacer muchos trucos, obedecer y llevar a cabo patrones de comportamiento adecuados, ya sea porque lo aprendieron en su anterior hogar o mediante los cuidadores del refugio.
Cómo entrenar a un perro ya mayor
Lo primero que debes tener en cuenta, es que el perro que adoptes seguramente estará contentísimo de tener un nuevo hogar, pero que aun así pueda seguir teniendo temor, si es que ha sufrido una experiencia traumática previamente.
Así pues, los recuerdos que tenga el perro pueden ser uno de los principales obstáculos a la hora de entrenarle. Por ello, deberás armarte de paciencia y tratarlo con todo el cariño y cuidado del mundo, e intentar ponerte en su lugar. Recuerda que siempre que lo necesites puedes acudir a un profesional, como un adiestrador de perros.
Cuando tu nuevo perro llegue al hogar, sus objetos ya deberían estar colocados, y el plan de educación acordado y bien sabido por todos los integrantes de la familia (para ir todos a una). Por ejemplo, si habéis acordado que no suba al sofá, que nadie le diga que sí puede, o el perro se confundirá. Pero al principio sé tolerante, ¡está aprendiendo!
De lo primero que deberás enseñarle a tu can, es dónde puede hacer sus necesidades, dónde puede descansar, comer, beber, y el resto de normas y lugares de la casa. Como decimos, según el pasado del perro te costará más o menos, pero estas acciones básicas seguramente ya habrá aprendido a hacerlas correctamente en la protectora (si es que no sabia).
Al principio puede estar desconcertado, ¡pero seguramente se adaptará muy rápido una vez reciba todo tu cariño!
Los perros agradecen las rutinas y horarios, por lo que tener un horario marcado de paseo, de comida, etc., será ideal para que empiece a estructurarse en su mente su nueva vida.
En cuanto a los trucos, no te preocupes porque se le pueden enseñar a perros de todas las edades. Para ello hemos dedicado una entrada que te será de gran ayuda.
Tanto a los trucos como a las ordenes, puedes dedicarles varias sesiones diarias (sin llegar a agobiarle), para que desde prácticamente el primer día tu perro reciba una educación canina y tenga una buena conducta tanto dentro como fuera de casa. La clave será motivarle, que pase un buen rato junto a ti, y que reciba un refuerzo positivo (como golosinas o caricias).
Ten en mente que el nuevo entorno les puede dificultar el aprendizaje, así que si lo realizas todo en un lugar con pocas distracciones (como una habitación) o bien dónde esté más relajado para que esté más receptivo (como el jardín), mejor.
Todo este proceso de adiestramiento canino dependerá enormemente de cómo sea tu perro y por lo que haya pasado, como ya hemos aclarado. Por ello, al fin y al cabo será como entrenar a un perro cualquiera, incluso con algunas ventajas como que ya sepa hacer según que cosas.
