La higiene para perros de los ojos es algo vital para su correcta salud. Por ello, la limpieza debe convertirse en una rutina diaria, para así garantizar su perfecta visión, comodidad y evitar problemas mayores como infecciones oculares.
Es sumamente importante que aprendas todos los aspectos sobre el cuidado de los ojos de tu mascota, ¡no te preocupes porque hoy te traemos algunas indicaciones y consejos!
Pero decirte que, como siempre, todo puede variar en función de las características de tu perro y de su estado de salud. Así que quizá alguno de los aspectos comentados no se aplican al caso de tu perro (por ejemplo, quizá no necesita que le eches gotas).
Signos de afección ocular
Antes de centrarnos en los pasos para limpiar sus ojos, es importante detallar algunos de los síntomas o signos de afección ocular que puede ser que padezca tu perro en algún momento. Si es así, deberá verle de inmediato un veterinario, puesto que pueden resultar en algún problema ocular como la conjuntivitis .
- Lagrimeo
- Parpadeo constante
- Secreción
- Enrojecimiento de los ojos
- Párpados inflamados
- Si muestra dolor evidente
- Si muestra picor restregándose o frotándose las patitas
#1 Recortar el pelo de alrededor del ojo
Es recomendable que a los canes de una raza con pelo abundante cerca de los ojos, se les recorte o peine de manera que quede libre esa área.
Se ha de garantizar su perfecta visión, pero sobre todo, para evitar que los pelos puedan rozarle y causarle algún tipo de irritación. Lo mismo con las pestañas que se caen, por ello es tan esencial que el cuidado del perro se haga de manera diaria. ¡Puedes ayudarte de una tijera y peine para perros!
Por supuesto, cuánto más corto sea el pelo en esta zona, más cómodo y fácil resultará limpiarle los ojitos.
#2 Consejos para la limpieza de los ojos
Las siguientes indicaciones sí que sirven para todos los perros independientemente de su raza u otros, ¡así que presta atención!
En los ojos de tu mascota se pueden encontrar principalmente lagañas, lágrimas o algún otro tipo de suciedad o similar.
El primer consejo que te damos es llevar a tu mascota a un lugar tranquilo, puesto que puede ser un proceso que no le agrade especialmente, y un ambiente calmado facilitará la tarea.
Para la limpieza de la zona que rodea el globo ocular, lo mejor es usar una gasa o algodón, humedecido en suero fisiológico. Éste debe ser el recomendado por el veterinario y siempre debe ser de calidad. De la misma manera que os hemos comentado en otros artículos como el de consejos para limpiar las orejas de los perros, debéis usar una gasa diferente para cada ojo, puesto que si tiene una infección en uno y se utiliza la misma, es más fácil que se transmita al otro.
Si tu can tiene lagañas, deberás limpiarlas del interior al exterior del ojo, realizándolo unas cuantas veces, para asegurar la perfecta limpieza. En caso de falta de suero y necesidad urgente de limpiárselas, puedes empapar la gasa con agua. ¡Y haz este paso con mucha suavidad!
#3 Consejos para echar las gotas de los ojos
Este paso suele ser el más tedioso, así que deberás tener mucha paciencia. Te recomendamos pedir ayuda al veterinario, sea para aprender o para que lo realice él mismo, puesto que es un proceso más delicado.
Sobre todo algo importantísimo, es que antes de echar cualquier gota o producto de higiene canina ocular, como una pomada, ¡su ojito debe estar totalmente limpio!
Los pasos que debes seguir con las gotas son los siguientes:
- Abrir su párpado, separándolos cuidadosamente con los dedos índice y pulgar.
- Procura que su cabeza esté inclinada hacia arriba.
- Es probable que necesites la ayuda de más personas, puesto que no es fácil.
- La frecuencia de esta aplicación dependerá de lo recomendado por el veterinario. Pero normalmente cada vez que se haga, bastará con una o dos gotitas.
Los pasos que debes seguir con las pomadas son los siguientes:
- Tirar suavemente del párpado inferior.
- Poner una pequeña cantidad de pomada en el hueco entre el párpado y el ojo del perrito.
- Seguidamente, cerrarle el ojo y realizar un masaje para que la pomada se extienda correctamente.
- Con una gasa o algodón humedecido en suero fisiológico, limpia los restos.
