Los temblores no se manifiestan en una raza determinada de perro ni dependen de la edad del animal. Las causas más habituales de los temblores en los perros son la ansiedad, el miedo o el descenso de la temperatura corporal.
Un perro tiembla como respuesta a un estímulo externo, pero también puede ser síntoma de una enfermedad, dolor o intoxicación. Es importante distinguir las diferentes causas para poder determinar la gravedad de la situación y poder actuar de la mejor manera posible. Si tu perro tiembla de manera frecuente debes acudir al veterinario para poder determinar la causa de los temblores.
¿Temblores o convulsiones?
Temblores
Contracción y relajación muscular que se produce de manera involuntaria y rítmica en alguna parte del cuerpo. Pueden ser leves o severos y normalmente se producen cuando el perro está despierto y consciente. Los perros pueden temblar cuando experimentan sensaciones de frío, miedo, ansiedad, estrés o nervios, pero también cuando están muy felices o excitados.
Convulsiones
Descarga de actividad eléctrica en el cerebro. Duran menos de dos minutos y el perro sufre un colapso con rigidez en las patas. En este caso el perro queda inconsciente durante un tiempo, por lo general unos 10 y 30 segundos. Estos ataques son recurrentes y similares, además pueden empeorar con el paso del tiempo. Debes acudir al veterinario de manera urgente.
Causas más comunes de los temblores en los perros
A continuación, te detallamos algunas de las causas más frecuentes que suelen ser las que pueden provocar temblores en un perro. De todos modos, en Pampermut siempre recomendamos visitar periódicamente tu veterinario de confianza, y en casos puntuales de ver que nuestro perro tiembla más de lo normal, preguntarle qué podemos hacer para evitarlo.
#1. Hipotermia
Si tu mascota está en un ambiente muy frío durante demasiado tiempo su temperatura corporal bajará de manera drástica, dificultándole sus funciones vitales. También puede causar está sensación los efectos secundarios de alguna medicación. En este caso presentará temblores acompañados de apatía y somnolencia. Inmediatamente debes darle al perro algo caliente y agua azucarada o suero.
#2. Fiebre
Si tu perro tiene una temperatura superior a los 39º se considera fiebre y eso puede provocarle temblores. La fiebre es un síntoma de que existe una causa subyacente de tipo vírico o de alguna enfermedad. El especialista te aconsejará como bajarle la fiebre y podrá evaluar al perro.
#3. Hipoglucemia
Si a tu perro le baja de repente el nivel de azúcar en sangre es que algo no está funcionando bien en cuanto a la absorción de nutrientes. El veterinario te aconsejará una dieta personalizada.
#4. Exceso de ejercicio
Si tu perro ha hecho un exceso de actividad física puede padecer temblores, pero no es síntoma de ninguna enfermedad. Aun así, si tu perro se cansa mucho después de los paseos o excursiones debes valorar adaptar las salidas a sus características y estado físico.
#5. Temblores durmiendo
Es un movimiento muy común cuando nuestra mascota está en un sueño profundo, normalmente tiemblan sus patitas. No debemos preocuparnos por estos temblores.
#6. Temblores por dolor o intoxicación
En los problemas de articulaciones tu perro presentará dolor y temblores, aunque también pueden deberse a causas digestivas, por eso es importante identificar cuanto antes la causa acudiendo al veterinario. Algunos medicamentos o productos químicos pueden causar intoxicación a nuestro peludo y provocarle temblores. Acude urgentemente al veterinario.
#7. Miedo
Los temblores también pueden reflejar miedos y fobias. Si están frente a una situación que no pueden controlar sufrirán temblores como causa psicológica.
#8. Temblores en reposo
Hay perros que manifiestan espasmos musculares sin ningún motivo aparente. Uno de los motivos de este tipo de temblores es la edad, algunos perros ancianos cuando están tumbados presentan temblores en sus patas traseras. Esto se debe a que las conexiones neuronales se van degenerando. Acude al veterinario para asegurarte que no padece ninguna enfermedad que le pueda causar un dolor crónico.
