Los parásitos como las pulgas, gusanos y garrapatas, pueden afectar a la salud y bienestar de tu gato, ocasionando molestias y enfermedades, incluso en casos más extremos, la muerte.
Por ello, es fundamental evitarlos, con la ayuda de un plan de desparasitación preventivo y productos antiparasitarios, o bien actuar rápidamente una vez se detecte que el gato ha contraído uno de ellos.
Así pues, es muy importante acudir al veterinario frecuentemente para poder diagnosticar el estado de salud del minino y tratar a tiempo los males, ya sean parásitos o problemas de otra índole.
Te recomendamos que le eches un vistazo a la entrada que hicimos sobre la importancia de los antiparasitarios para gatos, donde te contamos todo sobre los dos tipos de parásitos (internos y externos), los síntomas, y los productos desparasitantes más comunes.
En la entrada de hoy nos centraremos solo en los parásitos internos, para que sepas como evitar que tu gato los coja. ¡Es muy importante evitar éstos, ya que se alojan en el interior de su cuerpo!
Tipos de parásitos internos
Este tipo de parásitos viven en el interior de tu gato, normalmente en sus intestinos, corazón o pulmones. Suelen ser gusanos y lombrices.
Existen de muchos tipos y formas, como por ejemplo los siguientes:
- Gusanos largos
- Gusanos del corazón
- Gusanos del pulmón
- Gusanos redondos (Toxocara cati)
- Gusanos planos (Tenia)
- Gusanos microscópicos
- Toxoplasma gondii
- Giardia spp
- Toxocara canis
- Ancylostoma tubaeforme (Anquilostomas)
Síntomas de los parásitos internos
Todos los parásitos internos son perjudiciales para la salud del gato, pero dependiendo de la cantidad de la infestación, y de las características de salud de tu gato, sus efectos serán de una manera u otra. Además, ten en cuenta que algunos parásitos habitan en el cuerpo de tu minino sin que se muestren síntomas evidentes o al menos hasta el paso de mucho tiempo.
Uno de los más comunes es la Tenia, la cual se aloja en el gato absorbiendo sus nutrientes, provocando así su delgadez extrema y otros problemas desencadenantes.
Los síntomas más comunes que ocasionan los parásitos internos son los siguientes:
- Pelaje sin brillo
- Diarreas
- Anemia
- Vómitos
- Pérdida de peso
- Estreñimiento
- Deshidratación
¡Si detectas alguno de estos síntomas no dudes en acudir rápidamente al veterinario!
Cómo prevenirlos
Saber cómo prevenirlos es muy importante, ya que es mucho mejor que actuar una vez el gato ya está infestado.
Los gatos cachorros son los más propensos a tener parásitos internos. Se pueden contagiar a través de la placenta y lactación de su madre. Y tienen más facilidad de contagiarse si salen al exterior.
Si tu gato sale al exterior, tiene muchos más números de acabar infectado por parásitos internos, ya que estos pueden estar presentes en muchísimos lugares. Como en las heces que haya por el suelo, en animales que haya cazado (como roedores) o con los que haya tenido contacto (como otros gatos), en hierbas o plantas en las que haya larvas, en algunos charcos o lugares con agua, etcétera.
Te recomendamos que para más información sobre cómo prevenir los parásitos si tu gato sale a la calle, leas la entrada que hicimos.
Por todo ello, lo más importante, es que tu gato tenga un plan de desparasitación personal, hecho por el veterinario, basándose en las características de salud, estilo de vida, y otros de tu gato. Este plan se debe cumplir estrictamente para asegurar la máxima eficacia. En algunos periodos se puede modificar e incluso aumentar, como en épocas en las que los parásitos están más presentes, como puede ser el verano o la primavera.
Lo más recomendable, es que la desparasitación interna del gato se lleve a cabo cada 3 meses, mediante un antiparasitario para gatos.
La aplicación de un antiparasitario interno para gatos será la mejor herramienta para combatir estos organismos. Hay diversos productos en el mercado, como cremas orales, pastillas y pipetas para desparasitación interna y externa (es decir, las pipetas pueden servir para ambos tipos de parásitos).
Puedes aplicarlo por tu cuenta sin ningún problema, pero será necesaria una prescripción médica. Son medicamentos muy fuertes y se deben administrar según los requerimientos expresados por el veterinario y el producto.
