Leishmaniasis en gatos: qué es y cómo cuidar de tu gatito

La leishmaniasis es una enfermedad grave que pueden contraer los gatos al ser picados por un parásito, generalmente del Leishmania infantum.

Concretamente, se trata de un mosquito fletóbomo hembra. Pueden portar y por lo tanto transmitir la enfermedad, al haber picado previamente a otro animal infectado. Pero también se puede transmitir por otras vías como: por mordiscos, por vía venérea, etcétera.

Es bastante peligroso, ya que este parásito se trata de una zoonosis, por lo que puede contagiarse también a personas.

Este «mosquito de la leishmania», se encuentra principalmente en zonas húmedas y calurosas, por ello tiene una gran presencia en España. Sobre todo en la Cuenca Mediterránea (suele ser una zona endémica) y el centro de la península. La región más afectada es Andalucía.

Estos parásitos a parte de en nuestro país, se pueden encontrar en más de 70 países, principalmente en zonas de regiones mediterráneas, tropicales o subtropicales. Es más, al elevarse el calor global, puede ampliarse el área de presencia de éste.

Esta enfermedad es más común en los canes que en los felinos, ya que el número de afectados es bastante mayor. Por ello, también hemos dedicado una entrada específica de la leishmaniasis en los perros, que te recomendamos leer si tienes uno.

Síntomas de la leishmaniasis en los gatos

Los gatos pueden desarrollar varios síntomas una vez la leishmaniasis está en su cuerpo. Generalmente acompañados de apatía, pérdida de peso y apetito, etcétera.

La infección más frecuente de la Leshmaniasis es la cutánea. El gato sobre todo desarrolla dermatitis con úlceras, localizadas especialmente en la cabeza, almohadillas, cuello, cara…

También es bastante común que el minino desarrolle algún problema ocular, como por ejemplo conjuntivitis y queratitis.

Del mismo modo que en los perros, dicho parásito también puede afectar a varios órganos, e incluso de una manera multiorgánica, suponiendo mayores complicaciones para la vida del animal. Por ejemplo, al hígado, riñones, etcétera. Incluso creando una astenia y anorexia.

Los síntomas son los siguientes:

  • Pérdida de peso
  • Fiebre
  • Diarrea
  • Vómitos
  • Sangrado en la nariz

Pero, es importante destacar que los gatos no suelen contraer leishmaniasis, debido a que su sistema inmunitario acostumbra a ser capaz de controlar la infección del mosquito.

Por ello, la mayoría de mininos que desarrollan la enfermedad, son aquellos que ya tienen otras, como por ejemplo la inmunodeficiencia felina o la leucemia felina.

Por supuesto si detectas uno de estos síntomas o cualquier otro que te parezca extraño, ¡acude al veterinario! La vida de tu mascota puede estar en juego, y cuanto antes se detecten los problemas, mucho mejor.

Tratamiento de la leishmaniasis en los gatos

Los cuidados de un gato con leishmaniasis se basan en controlar los síntomas que va provocando la enfermedad, es decir, no hay un tratamiento como tal.

Una vez desaparecen los síntomas, y se considera que la enfermedad está controlada, se debe seguir yendo periódicamente al veterinario para evitar rebrotes.

Por ello, sin duda el mejor remedio para la leishmaniasis es evitar de primeras que tu gato la contraiga. Esto lo puedes hacer mediante productos antiparasitarios para gatos. La importancia de los antiparasitarios para gatos es altísima, ya que pueden literalmente salvarles la vida.

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