Sabías que en España ya hay más hogares con mascotas que con niños

¿Sabías que en España ya hay más hogares con mascotas que con niños?

A día de hoy hay más hogares con mascotas que con niños menores de 15 años. En el 2018 el país contaba con 13 millones de mascotas en nuestras casas: el 93% eran perros, el 6% gatos y el resto conejos.  Por diferentes motivos podemos observar como las relaciones entre especies están cambiando en la sociedad occidental. Hace mucho tiempo que los perros dejaron de ser animales que protegen las casas. Nuestra manera de ver a los animales ha evolucionado para mejor.

Las estadísticas nos muestran como los nacimientos caen, pero las familias con mascotas suben. Muchas personas comentan que no es el mejor momento para traer a un hijo al mundo, pero sí es el momento de crear un vínculo especial con una mascota. Sorprendente, ¿verdad? Vamos a indagar en la experiencia personal de algunas personas.

SModa, de El País, realizó hace poco entrevistas a diferentes personas para conocer más de cerca este fenómeno, ¡y compartimos algunas con vosotros! (si quieres ver todas las entrevistas lo puedes hacer haciendo clic aquí)

Berta, periodista de 28 años (Barcelona)

“El vínculo que yo tengo con Teo es muy fuerte. Estoy pensando todo el tiempo en él. Y, aunque obviamente sé que son cosas muy diferentes y no comparables (tener perro y tener un hijo) al final, cuando cuidas de un ser que depende totalmente de ti, el vínculo que se crea es muy muy estrecho”.

Berta hace un año y medio que adoptó a un perro junto a su pareja, su compromiso con Teo va más allá de los paseos, el amor y la buena alimentación. A demás, su perro padece ansiedad por separación, un comportamiento que también condiciona su día a día: “Nosotros ahora mismo no podemos dejar al perro solo en casa. Somos de esas personas que siempre que pueden se lo llevan a todos lados. Antes de la cuarentena estuvimos haciendo un entrenamiento para que poco a poco aprendiese a estar solo, pero con la pandemia todo se paralizó. Y, claro, ahora cada vez que vamos al cine, que tenemos una cena o que coincidimos los dos a la vez fuera de casa tenemos que pagar a un cuidador para que se quede con él mientras no estamos”.

Tener una mascota también implica un gasto económico, en 2019 se realizó un estudio en el que se observó que se invierten de manera anual 352,42€ en asistencia veterinaria, unos 839€ en alimentación y 90€ en juguetes y accesorios. Teniendo en cuenta el salario habitual de los españoles (18.465€ anuales), las personas que tienen mascotas gastan una media de 6,7% de su salario en ellos.

Berta finaliza diciendo que “También creo que si quieres tener un hijo un perro no te va a quitar las ganas de ser madre. A pesar de que yo ahora mismo no lo siento, creo que el deseo maternal es una cosa muy diferente a lo que puedes sentir cuando te apetece adoptar un perro”.

Sandra, psicopedagoga de 34 años (Asturias)

Los millennials destacan por ser la generación más solitaria. 3 de 10 jóvenes adultos reconocen sentirse solos en alguna ocasión.

“Para mí el Fosqui es uno más de la familia. Ahora tengo un hijo, pero cuando estaba soltera y vivía sola mi perro era mi compañero de piso, mi compañero de trabajo, todo. Además, en los momentos en los que estuve gacha, él fue quien estuvo a mi lado y tiró de mí para ayudarme a salir. Si no hubiese tenido a Fosquito quizás no hubiese salido igual de la depresión”.

Su hijo Luca llegó a su vida en octubre y siempre ha querido integrar a su perro en la maternidad para que no se sintiera desplazado en ningún momento: “Poco a poco, Fosquito va reconociendo a Luca como un miembro más de la manada y lo va integrando. Aun así para nosotros es muy importante que el perro siga teniendo sus paseos y sus momentos a solas con nosotros porque el vínculo que tenemos con él sigue siendo igual de estrecho que antes”.

Analía, periodista de 32 años (Madrid)

Ella se pensaba que los animales daban mal olor en casa y que lo llenaban todo de pelos, pero desde que vive con gatos está más feliz y se ha sorprendido gratamente. “Te dan mucha vida, mucha alegría, mucho cariño porque al final siempre están contigo, duermen contigo… A mí me han hecho una persona mucho más calmada. Es como si estuviera de mejor humor solo por tenerlos”.

Aun así, no ve en la felicidad que le generan los gatos una máxima plenitud en términos familiares. Ella cree que “En ese periodo de los 20 a los 30 la gente ha ido adoptando mascotas, pero no como sustitución a los hijos, sino más bien como algo que ha llegado así porque nos ha ido apeteciendo”.

Tal como Analía comentaba, y respaldado por el INE, en el 2018 se realizó una encuesta en la que los resultados destacaban que las mujeres cada vez retrasan más su maternidad por la ausencia de una relación sentimental estable, el segundo motivo es porque ven difícil conciliar la vida laboral y familiar.

Lorena, dependienta de 27 años (Tenerife)

“El vínculo que tengo con mis dos perros es enorme. Me los llevo conmigo a todos lados y trato siempre de buscar sitios donde ellos puedan estar. Siempre he querido ser madre joven y aunque tengo 27 años, un contrato indefinido y pareja estable no me veo con un hijo ni de broma.” Explica que el trabajo consume tantas horas que no podrían sacar tiempo para la crianza, además añade que durante el día deja sus perros en casa de sus padres para que no pasen tantas horas solos mientras ella trabaja.

“Tengo claro que si tengo un hijo es para pasar tiempo con él y poder disfrutar de verle crecer. Y ahora mismo para mí no es el momento. Sé que es lo que dice todo el mundo, pero es que no me atrevo a tirarme a esa piscina”.

Maite, maestra de 31 años (Asturias)

Ella explica que si no pudiera ser madre por alguna circunstancia, su perra le ayudaría a llevar mejor esta situación. “Obviamente sería doloroso no poder ser madre queriendo tener hijos, pero a mí tener un perro me ayudaría a digerirlo porque ocuparía todo mi tiempo y seguramente no pensaría en ello. De alguna forma, proyectaría todo mi cariño en el animal y ese amor sería recíproco porque con los perros siempre lo es.” Nos comenta que su vida ha mejorado desde que tiene a Odi porque le hace sentir importante, solamente al ver su alegría cuando llega a casa ya es feliz.

Si en algún momento tiene hijos, sí que quiere que convivan con una mascota: “Creo que criar a los niños con un animal es superimportante de cara a transmitirles determinados valores. Si tuviera hijos me parecería muy guay que crecieran con mascotas. Al final cuidar, criar y preocuparte por un ser vivo es un aprendizaje muy interesante.”

Para finalizar, una investigación publicada en la revista Pediatric Research, afirmaba que los niños que conviven con un perro tienen un 23% menos de probabilidades de padecer dificultades relacionadas con la gestión emocional, un 40% menos de tener problemas a la hora de relacionarse y un 34% más de querer compartir sus objetos con los otros niños.

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